viernes, 11 de enero de 2013




Hoy te vi

Cuando te vi pasar por aquella calle en pleno sol, con tus recién cumplidos 15 o 16, salías creo del colegio, el sol brillaba más que nunca; y en ese momento el mundo dejó de moverse naciendo el amor que jamás habría sentido ni sentiré nunca más. Te vi con el cuaderno y libros bajo el brazo, delgada y tus cabellos libres al viento. Me perdí en tus profundos ojos cuando por casualidad me miraste. Por un momento eterno sentí la felicidad más intensa que experimente cuando fue el primer beso y el primer te amo, el tomarte de la mano y el acompañarte a tu casa.

Te recuerdo así. No, no es un recuerdo; es lo que en este momento estoy sintiendo. No estas muerta, siento tus manos, tu aliento; escucho tu voz.

-        Te pregunto ¿Que ves?

-        El álbum. Esta me gusta y esta otra fotografía también

-        Estas tú, loco y callado. Ah, mira esta otra, fue cuando nos sacaron juntos. Que flaco estas.

-        Te pregunto; y, ahora qué escribes.

-        El Diario, nuestro Diario, entiérrame con él, será como estar contigo toda la eternidad…

Hoy, en este preciso momento, más que nunca ansío estar junto a ti, transformándonos, consumiéndonos bajo el manto de la tierra.

No estoy triste, si hasta puedo hablar y escuchar tu voz. Qué felicidad ¿Quién dijo que la felicidad no existe? ¿Quién dijo que el pasado ya no existe?

Es de mañana, que el día pase, que la tarde pase, que la noche sea eterna, que la luna sea el sol, que el sepulcro sea nuestro hogar. 

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