Don Humberto Quino Márquez (La Paz, 1950) ha vuelto a las andadas. En agosto de este año dio a conocer su antología personal Opera parca (Plural Editores) y ahora, antes de que el año termine, regresa con el colorido volumen titulado Parodias, invenciones y otras blasfemias.
Dejemos al propio poeta explicar el contenido de su flamante producción: “El libro está constituido por tres partes: 1) Parodias, que es un intento descabellado (el autor sufre de alopecia) de reescribir cinco poemas de cinco poetas.
2) Invenciones, donde el sujeto, ya con la soga al cuello, nos dice sus cuitas, sus fobias y sus temores. 3 Otras blasfemias, que son epitafios contra-natura, de un pobre mortal acosado por esa “vieja cucufa” (N. Parra) que nos visita en el momento más feliz de nuestra pobre vida, arrancando de raíz un mal ejemplo para las posteriores generaciones”.
Parodias, invenciones y otras blasfemias se presentará el martes 6 de diciembre a las 19.00 en el auditorio de la Alianza Francesa de La Paz (c. 20 de Octubre y Fernando Guachalla, Sopocachi). Los comentarios estarán a cargo de Adolfo Cárdenas.
Página blanca
Madre cocaína
Rescátame de esta vida cantinela:
Nacer / Vivir a medias / Morir cualquier día.
Esconde mis negras alas
Y estas visiones que pulverizan mis ojos.
Esos hilos que me unen al silencio
Resuenan en mi cráneo.
Una serpiente silba en mis oídos
Y muerde mi cabeza rapada.
Insectos seductores encienden una luz lila
Sus plegarias desmienten mis certezas.
Camino del terror a la belleza de la niebla
Donde me dejo morir
Entre todas las cosas que odio.
Un cansancio sin nombre me corroe
Pájaro tatuado en lo oscuro
Corazón asido a su vacío.
Y cada instante es una prenda de la muerte
Y tejo con él la miseria perdurable.
Es mi cuerpo mutilado
Todo de nadas acumulado
Resbalando hacia su abismo.
Silla para una despedida
Morir es aspirar la tierra
Las raíces de la vida que fue.
Ser esa hierba quemada
En el invierno.
Esa piedra calcinada
Por la luz del mediodía.
Deseando descender
Al febril Averno
Para azotar a los muertos.
En la piel del siervo
Para Vilma Tapia Anaya
Alguien piensa en mí
Cada vez que despierto
Como un mamífero huraño.
Y junto las manos
Sobre las letras
De estos breves días.
Todo me hiere
Y de mi cuerpo
Brotan llamas y blasfemias:
Condenado a comer
Sólo los frutos de la carne
Allí donde anida la mano que escribe
La escritura es tacto y errata
Himno de espuma
Inscripciones y tatuajes
Del gusano insomne.
¿A qué hora se ama?
El alba anuncia
El hálito vulnerable
De este hueco que hay en tu corazón.
La flora terrenal
Anuncia la espesura de tu piel,
Y la cavidad de tu deseo.
Mientras yo agonizo
Mar adentro
En tus bellos muslos.
Dejemos al propio poeta explicar el contenido de su flamante producción: “El libro está constituido por tres partes: 1) Parodias, que es un intento descabellado (el autor sufre de alopecia) de reescribir cinco poemas de cinco poetas.
2) Invenciones, donde el sujeto, ya con la soga al cuello, nos dice sus cuitas, sus fobias y sus temores. 3 Otras blasfemias, que son epitafios contra-natura, de un pobre mortal acosado por esa “vieja cucufa” (N. Parra) que nos visita en el momento más feliz de nuestra pobre vida, arrancando de raíz un mal ejemplo para las posteriores generaciones”.
Parodias, invenciones y otras blasfemias se presentará el martes 6 de diciembre a las 19.00 en el auditorio de la Alianza Francesa de La Paz (c. 20 de Octubre y Fernando Guachalla, Sopocachi). Los comentarios estarán a cargo de Adolfo Cárdenas.
Página blanca
Madre cocaína
Rescátame de esta vida cantinela:
Nacer / Vivir a medias / Morir cualquier día.
Esconde mis negras alas
Y estas visiones que pulverizan mis ojos.
Esos hilos que me unen al silencio
Resuenan en mi cráneo.
Una serpiente silba en mis oídos
Y muerde mi cabeza rapada.
Insectos seductores encienden una luz lila
Sus plegarias desmienten mis certezas.
Camino del terror a la belleza de la niebla
Donde me dejo morir
Entre todas las cosas que odio.
Un cansancio sin nombre me corroe
Pájaro tatuado en lo oscuro
Corazón asido a su vacío.
Y cada instante es una prenda de la muerte
Y tejo con él la miseria perdurable.
Es mi cuerpo mutilado
Todo de nadas acumulado
Resbalando hacia su abismo.
Silla para una despedida
Morir es aspirar la tierra
Las raíces de la vida que fue.
Ser esa hierba quemada
En el invierno.
Esa piedra calcinada
Por la luz del mediodía.
Deseando descender
Al febril Averno
Para azotar a los muertos.
En la piel del siervo
Para Vilma Tapia Anaya
Alguien piensa en mí
Cada vez que despierto
Como un mamífero huraño.
Y junto las manos
Sobre las letras
De estos breves días.
Todo me hiere
Y de mi cuerpo
Brotan llamas y blasfemias:
Condenado a comer
Sólo los frutos de la carne
Allí donde anida la mano que escribe
La escritura es tacto y errata
Himno de espuma
Inscripciones y tatuajes
Del gusano insomne.
¿A qué hora se ama?
El alba anuncia
El hálito vulnerable
De este hueco que hay en tu corazón.
La flora terrenal
Anuncia la espesura de tu piel,
Y la cavidad de tu deseo.
Mientras yo agonizo
Mar adentro
En tus bellos muslos.
ResponderEliminaren homenaje a humberto quino
Confín del condenado
Hazme volver a estas alturas
Piedra cerrada en que agonizo y caigo
Como un profeta desfigurado
Ante una lámpara de aceite.
He visto una botella rota en mi sangre
Los avisos de neón y mis deseos de matar
Inútil que llore en una callejuela
Sin luna en que leer
La desdicha que me agobia.
En el alba
Los perros orinan en tus esquinas
Y yo / Adán desnudo
Aúllo
Con mi viejo sombrero
Con mi cuerpo acuchillado
Pelambre de tinta
Nuca del deseo
Yedra y ceniza en la estepa
¡Oh Rocinante!
Tú / Que sobre la inmundicia
Sabes más que los vivos
Celebración de un infante
Mi infancia era un humo azul
Un punto ciego en el cuarto escarlata
El mago Tou Fou acariciaba mis cabellos
Mi padre cabalgaba sobre mi vieja cuna
Como si estuviera fuera el mundo y su pesadumbre
Mi madre medusa comía una naranja
Su pálida tristeza me hundía en la gracia
En esa espuma desconocida y áspera que sería mi destino
Mi infancia era una selva de sombreros y falacias
Querubín luciferino / Mí gloria era el infierno
El esqueleto de un caballo
Y ese hueco en la niebla donde una maldición tejía
Ya el telón había caído sobre mi razón
Y sólo tenía la certeza
De haber sido echado del paraíso
Entonces / Me desaté la lengua
Me rompí un brazo
Y me masturbé como un simio.
Un santo de tu devoción
Aún espero la noche
Con una marca de sangre en la frente
Y cuando la hora mas ardiente llegue hasta mi nuca
Y aún cuando yo muerto entre las ratas
Alabo tu hermosura / Reina de espadas
Para que me ilumine tu belleza
En este juego de amar y morir
En la nada.
Rapsodia para aves nocturnas
Puerta de Ave-soul
Abre tu ser y despierta
Llévame al otro lado de estos muros
Donde uno nace y acaba
Donde uno está colgado del hilo de la razón
Entre máscaras y coronas
Ebrio y desamparado / Cual papel escrito y arrugado
Puerta de Ave-soul
Vida para morir
Qué voy a hacer con este animal cansado
Que se niega a la sumisión
Que se niega a estar solo
Que anda / bebe olvida
Desnudo como está
Muerto como está
Tan semejante a ti y a mí
--------------------------------------------------------------------------------
Humberto Quino Márquez nació en La Paz, Bolivia, el 6 de Junio de 1950. Publicó: Escritura fallida (Lima, 1976); Delirio de un fauno en la avenida Buenos Aires a las 12 & 45 (Lima, 1978); Balada para mi coronel Claribel y otros huevos (La Paz, 1979); Manual de esclavos (La Paz, 1980); Mudanza de oficio (La Paz, 1983); Fosa común (Antología de la nueva poesía boliviana, La Paz,1985); Tratado sobre la superstición de los mortales (La Paz, 1987); Crítica de la pasión pura (La Paz, 1993); Diccionario herético ( La Paz, 1993 ) y Álbum de la nueva poesía chilena (La Paz, 1994). Director de Humus literario; Papel higiénico; Dador; El sueño de la razón; Tiro al aire; La torre de los locos. Fundador de Camarada Mauser. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas. Colabora en diversas publicaciones de Latinoamérica y Europa.
bio-biblio: Humberto Quino Márquez nació en La Paz, Bolivia, el 6 de Junio de 1950. Publicó: Escritura fallida (Lima, 1976); Delirio de un fauno en la avenida Buenos Aires a las 12 & 45 (Lima, 1978); Balada para mi coronel Claribel y otros huevos (La Paz, 1979); Manual de esclavos (La Paz, 1980); Mudanza de oficio (La Paz, 1983); Fosa común (Antología de la nueva poesía boliviana, La Paz,1985); Tratado sobre la superstición de los mortales (La Paz, 1987); Crítica de la pasión pura (La Paz, 1993); Diccionario herético ( La Paz, 1993 ) y Álbum de la nueva poesía chilena (La Paz, 1994). Director de Humus literario; Papel higiénico; Dador; El sueño de la razón; Tiro al aire; La torre de los locos. Fundador de Camarada Mauser. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas. Colabora en diversas publicaciones de Latinoamérica y Europa.
ResponderEliminarpoemas:
Poema sin fin
Toda mi sangre
Es esta furia
Este delirio
Este lápiz de punta roma
El ajuar de mi novia muerta.
Todo mi cuerpo
Es esta montaña
Este cigarrillo
Esta manera de entregar el alma al diablo
Todo mi cuerpo
Es la ciudad cruzada por mil fuegos
Un aire de boca ajena
Un miasma / Una melodía
Es el mercado con su sombrero multicolor
Es la mujer que amo y me ama
Es esta altura funesta en que yazgo
Es también
Una soga
Un cubo de basura
Un candil
Un mandril
Una pintarrajeada por toda la ciudad.
Balada para el cuerpo y la cabellera de Silvia Spaltro
Vuelve a mí
Silvia Spaltro
Cuerpo
Y
Cabellera
Ardiendo
(La luna
Cuelga
De un ojo
Entre los fresnos)
Los profetas de la Zoolatría
Violan tu sexo
Mutilan tus senos
Y
Tu aliento
Se convierte en azufre
Silvia Spaltro
Y
Tu dolor
Y
Tu cólera
Excaban un grito insomne
Superior a 75 tomos de poesía del siglo XVII
Superior a los alaridos de 75 poetas "beatniks"
Superior a 75 ideogramas chinos
De Parodias / Invenciones y otras blasfemias, 2011
ResponderEliminar(inédito, en preparación para Plural Editores, Bolivia)
Yo no nací para poeta
Yo nací para la desobediencia.
Leónidas Lamborghini
Alguna vez quisimos
Asaltar el cielo
Y hallamos el cráneo de dios vacío.
Francisco Ide
OPERA PARCA
Pedazo de carne que el orbe sopla
Ardiente hebra que hembra inflama
¿Quién descompuso tu mísera vida?
Ya bien podrás hacer de tu destierro una hazaña
De tus terrosas osamentas una esperanza.
Que inmortal es tu giba
Sin descanso engendrada
A ingrato suelo condenada.
BALADA CON ARCO IRIS
Es la luz que engarza
Cieno y hecatombes
Sabemos que todo es mudable
(Y nuestra andadura no es inmortal)
Como este confundido cantar
Sembrando auroras siniestras
Donde belleza y alcohol
Realizan sus esponsales.
HASTA ACABAR LA JORNADA
Gozar como un gorrión
Un organillo que aullidos lanza
Mueca fofa
De la garra que acaricia
Caminante póstumo
De una boda con la muerte.
ALLÍ DONDE ANIDA LA MANO QUE ESCRIBE
Ser un carozo
En esta atávica aventura.
La escritura es tacto y errata
Himno de espuma
Inscripciones y tatuajes
De gusano insomne.
FRAGMENTO PÓSTUMO
Este saber
Que el mundo muere
Tranquiliza mi fiebre
Mis ganas de subir al cielo
Desnudo y con calcetines
Con una adarga de dios padre
Resplandor de perdidas batallas
Corazón esquirol.
CUADERNO DE AMANTE
Sólo diré tu nombre
A un perol de antiguo cobre.
Algo llora en este hombre borroso
Mezcla de Maldoror y Sancho
Colgado en el crepúsculo
Cual desorbitada perdiz
Irredento macho cabrío.
FÁBULA DEL SOLITARIO
Tendido en la bañera
Delirando con odaliscas
Pensando que dentro suyo
Habita un Edén.
Apóstata atribulado
Por enigmas y estigmas.
Señal viviente
De un vellón desgajado
De toda bienaventuranza.
VISIONES DE W.S. MERWIN
I
Cuando el cuerno suena en los roquedales
Mi sombra vuelve a esconderse.
Vacío de mí
Moribundo irremplazable
Juglar del caos.
Fiel guardián de la montaña
Muero sin pausa
Con el rabo arrugado.
II
Qué puedes escribir
Sobre la puerta de la memoria
Hijo de la ceguera.
Intentas leer los pétalos de un reino invisible
Con el corazón lleno de hollín
Para enseñarles a los muertos
El silencio, al caer de la noche.
III
Nuestras horas caen lentamente
Nuestros antepasados respiran en él.
Colgaron sus cuerpos en el viejo armario
Para que nadie diga sus nombres
Y el polvo siga cayendo en sus cabezas.
Vamos a morir entre los altos pinos
Antes de que oscurezca.
ROMANCE DE UN SESO LAICO
Males sin remedio son los míos.
Más / para qué el lamento.
Si tu pasión es un despojo
Mitigar puedes tu fiereza.
Y si el mal crece
Sabe que de un mal nacido
Decenas nacen y mueren.
CANCIONCILLA PARA UN ANCIANO
Las hijas del maligno pronuncian tu nombre
Cebado de tinta y aborrecido
Lengua de almizcle
Poro abierto al desvarío.
El poema / Gajo busca un hueco en la noche
Y cuenta las querellas del vencido.
Descarriado barro
Por el vivir herido.
EDUARDO CONDO ACLARA
ResponderEliminarQUE LAS PUBLICACIONES EFECTUADAS CORRESPONDEN AL PERIODICO LA RAZON
SON OBRAS POETICAS DEL GRAN POETA BOLIVIANO HUMBERTO QUINO
SEIA BUENO QUE LO ANALICEN Y LO ADMIREN
Ahora que me privaste de mi quimera soledad
ResponderEliminarAhora que tu corazón lanza dardos al vacío
Ahora que cierras las puertas
Cuando más ansiaba envenenarme en el pasado
Cuando caminaba firme hacia el futuro pasado
Cuando ni mi propia soledad, me acompañaba
Abres, por fin, la tranquilidad de mi encierro eterno.
jdecr