jueves, 28 de junio de 2012

la razón:
Don Humberto Quino Márquez (La Paz, 1950) ha vuelto a las andadas. En agosto de este año dio a conocer su antología personal Opera parca (Plural Editores) y ahora, antes de que el año termine, regresa con el colorido volumen titulado Parodias, invenciones y otras blasfemias.
Dejemos al propio poeta explicar el contenido de su flamante producción: “El libro está constituido por tres partes: 1) Parodias, que es un intento descabellado (el autor sufre de alopecia) de reescribir cinco poemas de cinco poetas.
2) Invenciones, donde el sujeto, ya con la soga al cuello, nos dice sus cuitas, sus fobias y sus temores. 3 Otras blasfemias, que son epitafios contra-natura, de un pobre mortal acosado por esa “vieja cucufa” (N. Parra) que nos visita en el momento más feliz de nuestra pobre vida, arrancando de raíz un mal ejemplo para las posteriores generaciones”.
Parodias, invenciones y otras blasfemias se presentará el martes 6 de diciembre a las 19.00 en el auditorio de la Alianza Francesa de La Paz (c. 20 de Octubre y Fernando Guachalla, Sopocachi). Los comentarios estarán a cargo de Adolfo Cárdenas.

Página blanca
Madre cocaína
Rescátame de esta vida cantinela:
Nacer / Vivir a medias / Morir cualquier día.
Esconde mis negras alas
Y estas visiones que pulverizan mis ojos.
Esos hilos que me unen al silencio
Resuenan en mi cráneo.
Una serpiente silba en mis oídos
Y muerde mi cabeza rapada.
Insectos seductores encienden una luz lila
Sus plegarias desmienten mis certezas.
Camino del terror a la belleza de la niebla
Donde me dejo morir
Entre todas las cosas que odio.
Un cansancio sin nombre me corroe
Pájaro tatuado en lo oscuro
Corazón asido a su vacío.
Y cada instante es una prenda de la muerte
Y tejo con él la miseria perdurable.
Es mi cuerpo mutilado
Todo de nadas acumulado
Resbalando hacia su abismo.

Silla para una despedida
Morir es aspirar la tierra
Las raíces de la vida que fue.
Ser esa hierba quemada
En el invierno.
Esa piedra calcinada
Por la luz del mediodía.
Deseando descender
Al febril Averno
Para azotar a los muertos.

En la piel del siervo

Para Vilma Tapia Anaya

Alguien piensa en mí
Cada vez que despierto
Como un mamífero huraño.
Y junto las manos
Sobre las letras
De estos breves días.
Todo me hiere
Y de mi cuerpo
Brotan llamas y blasfemias:
Condenado a comer
Sólo los frutos de la carne

Allí donde anida la mano que escribe
La escritura es tacto y errata
Himno de espuma
Inscripciones y tatuajes
Del gusano insomne.

¿A qué hora se ama?
El alba anuncia
El hálito vulnerable
De este hueco que hay en tu corazón.

La flora terrenal
Anuncia la espesura de tu piel,
Y la cavidad de tu deseo.

Mientras yo agonizo
Mar adentro
En tus bellos muslos.

5 comentarios:


  1. en homenaje a humberto quino

    Confín del condenado
    Hazme volver a estas alturas
    Piedra cerrada en que agonizo y caigo
    Como un profeta desfigurado
    Ante una lámpara de aceite.
    He visto una botella rota en mi sangre
    Los avisos de neón y mis deseos de matar
    Inútil que llore en una callejuela
    Sin luna en que leer
    La desdicha que me agobia.
    En el alba
    Los perros orinan en tus esquinas
    Y yo / Adán desnudo
    Aúllo
    Con mi viejo sombrero
    Con mi cuerpo acuchillado
    Pelambre de tinta
    Nuca del deseo
    Yedra y ceniza en la estepa
    ¡Oh Rocinante!
    Tú / Que sobre la inmundicia
    Sabes más que los vivos

    Celebración de un infante
    Mi infancia era un humo azul
    Un punto ciego en el cuarto escarlata
    El mago Tou Fou acariciaba mis cabellos
    Mi padre cabalgaba sobre mi vieja cuna
    Como si estuviera fuera el mundo y su pesadumbre
    Mi madre medusa comía una naranja
    Su pálida tristeza me hundía en la gracia
    En esa espuma desconocida y áspera que sería mi destino

    Mi infancia era una selva de sombreros y falacias
    Querubín luciferino / Mí gloria era el infierno
    El esqueleto de un caballo
    Y ese hueco en la niebla donde una maldición tejía
    Ya el telón había caído sobre mi razón
    Y sólo tenía la certeza
    De haber sido echado del paraíso
    Entonces / Me desaté la lengua
    Me rompí un brazo
    Y me masturbé como un simio.

    Un santo de tu devoción
    Aún espero la noche
    Con una marca de sangre en la frente
    Y cuando la hora mas ardiente llegue hasta mi nuca
    Y aún cuando yo muerto entre las ratas
    Alabo tu hermosura / Reina de espadas
    Para que me ilumine tu belleza
    En este juego de amar y morir
    En la nada.

    Rapsodia para aves nocturnas
    Puerta de Ave-soul
    Abre tu ser y despierta
    Llévame al otro lado de estos muros
    Donde uno nace y acaba
    Donde uno está colgado del hilo de la razón
    Entre máscaras y coronas
    Ebrio y desamparado / Cual papel escrito y arrugado
    Puerta de Ave-soul
    Vida para morir
    Qué voy a hacer con este animal cansado
    Que se niega a la sumisión
    Que se niega a estar solo
    Que anda / bebe olvida
    Desnudo como está
    Muerto como está
    Tan semejante a ti y a mí



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    Humberto Quino Márquez nació en La Paz, Bolivia, el 6 de Junio de 1950. Publicó: Escritura fallida (Lima, 1976); Delirio de un fauno en la avenida Buenos Aires a las 12 & 45 (Lima, 1978); Balada para mi coronel Claribel y otros huevos (La Paz, 1979); Manual de esclavos (La Paz, 1980); Mudanza de oficio (La Paz, 1983); Fosa común (Antología de la nueva poesía boliviana, La Paz,1985); Tratado sobre la superstición de los mortales (La Paz, 1987); Crítica de la pasión pura (La Paz, 1993); Diccionario herético ( La Paz, 1993 ) y Álbum de la nueva poesía chilena (La Paz, 1994). Director de Humus literario; Papel higiénico; Dador; El sueño de la razón; Tiro al aire; La torre de los locos. Fundador de Camarada Mauser. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas. Colabora en diversas publicaciones de Latinoamérica y Europa.

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  2. bio-biblio: Humberto Quino Márquez nació en La Paz, Bolivia, el 6 de Junio de 1950. Publicó: Escritura fallida (Lima, 1976); Delirio de un fauno en la avenida Buenos Aires a las 12 & 45 (Lima, 1978); Balada para mi coronel Claribel y otros huevos (La Paz, 1979); Manual de esclavos (La Paz, 1980); Mudanza de oficio (La Paz, 1983); Fosa común (Antología de la nueva poesía boliviana, La Paz,1985); Tratado sobre la superstición de los mortales (La Paz, 1987); Crítica de la pasión pura (La Paz, 1993); Diccionario herético ( La Paz, 1993 ) y Álbum de la nueva poesía chilena (La Paz, 1994). Director de Humus literario; Papel higiénico; Dador; El sueño de la razón; Tiro al aire; La torre de los locos. Fundador de Camarada Mauser. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas. Colabora en diversas publicaciones de Latinoamérica y Europa.

    poemas:

    Poema sin fin



    Toda mi sangre
    Es esta furia
    Este delirio
    Este lápiz de punta roma
    El ajuar de mi novia muerta.
    Todo mi cuerpo
    Es esta montaña
    Este cigarrillo
    Esta manera de entregar el alma al diablo
    Todo mi cuerpo
    Es la ciudad cruzada por mil fuegos
    Un aire de boca ajena
    Un miasma / Una melodía
    Es el mercado con su sombrero multicolor
    Es la mujer que amo y me ama
    Es esta altura funesta en que yazgo
    Es también
    Una soga
    Un cubo de basura
    Un candil
    Un mandril
    Una pintarrajeada por toda la ciudad.





    Balada para el cuerpo y la cabellera de Silvia Spaltro
    Vuelve a mí
    Silvia Spaltro
    Cuerpo
    Y
    Cabellera
    Ardiendo
    (La luna
    Cuelga
    De un ojo
    Entre los fresnos)
    Los profetas de la Zoolatría
    Violan tu sexo
    Mutilan tus senos
    Y
    Tu aliento
    Se convierte en azufre
    Silvia Spaltro
    Y
    Tu dolor
    Y
    Tu cólera
    Excaban un grito insomne
    Superior a 75 tomos de poesía del siglo XVII
    Superior a los alaridos de 75 poetas "beatniks"
    Superior a 75 ideogramas chinos

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  3. De Parodias / Invenciones y otras blasfemias, 2011

    (inédito, en preparación para Plural Editores, Bolivia)



    Yo no nací para poeta

    Yo nací para la desobediencia.





    Leónidas Lamborghini







    Alguna vez quisimos

    Asaltar el cielo

    Y hallamos el cráneo de dios vacío.





    Francisco Ide







    OPERA PARCA



    Pedazo de carne que el orbe sopla

    Ardiente hebra que hembra inflama

    ¿Quién descompuso tu mísera vida?

    Ya bien podrás hacer de tu destierro una hazaña

    De tus terrosas osamentas una esperanza.

    Que inmortal es tu giba

    Sin descanso engendrada

    A ingrato suelo condenada.









    BALADA CON ARCO IRIS



    Es la luz que engarza

    Cieno y hecatombes

    Sabemos que todo es mudable

    (Y nuestra andadura no es inmortal)

    Como este confundido cantar

    Sembrando auroras siniestras

    Donde belleza y alcohol

    Realizan sus esponsales.







    HASTA ACABAR LA JORNADA



    Gozar como un gorrión

    Un organillo que aullidos lanza

    Mueca fofa

    De la garra que acaricia

    Caminante póstumo

    De una boda con la muerte.







    ALLÍ DONDE ANIDA LA MANO QUE ESCRIBE



    Ser un carozo

    En esta atávica aventura.

    La escritura es tacto y errata

    Himno de espuma

    Inscripciones y tatuajes

    De gusano insomne.







    FRAGMENTO PÓSTUMO



    Este saber

    Que el mundo muere

    Tranquiliza mi fiebre

    Mis ganas de subir al cielo

    Desnudo y con calcetines

    Con una adarga de dios padre

    Resplandor de perdidas batallas

    Corazón esquirol.







    CUADERNO DE AMANTE



    Sólo diré tu nombre

    A un perol de antiguo cobre.

    Algo llora en este hombre borroso

    Mezcla de Maldoror y Sancho

    Colgado en el crepúsculo

    Cual desorbitada perdiz

    Irredento macho cabrío.







    FÁBULA DEL SOLITARIO



    Tendido en la bañera

    Delirando con odaliscas

    Pensando que dentro suyo

    Habita un Edén.

    Apóstata atribulado

    Por enigmas y estigmas.

    Señal viviente

    De un vellón desgajado

    De toda bienaventuranza.

    VISIONES DE W.S. MERWIN



    I

    Cuando el cuerno suena en los roquedales

    Mi sombra vuelve a esconderse.

    Vacío de mí

    Moribundo irremplazable

    Juglar del caos.

    Fiel guardián de la montaña

    Muero sin pausa

    Con el rabo arrugado.



    II

    Qué puedes escribir

    Sobre la puerta de la memoria

    Hijo de la ceguera.

    Intentas leer los pétalos de un reino invisible

    Con el corazón lleno de hollín

    Para enseñarles a los muertos

    El silencio, al caer de la noche.



    III

    Nuestras horas caen lentamente

    Nuestros antepasados respiran en él.

    Colgaron sus cuerpos en el viejo armario

    Para que nadie diga sus nombres

    Y el polvo siga cayendo en sus cabezas.







    Vamos a morir entre los altos pinos

    Antes de que oscurezca.









    ROMANCE DE UN SESO LAICO



    Males sin remedio son los míos.

    Más / para qué el lamento.

    Si tu pasión es un despojo

    Mitigar puedes tu fiereza.

    Y si el mal crece

    Sabe que de un mal nacido

    Decenas nacen y mueren.







    CANCIONCILLA PARA UN ANCIANO



    Las hijas del maligno pronuncian tu nombre

    Cebado de tinta y aborrecido

    Lengua de almizcle

    Poro abierto al desvarío.

    El poema / Gajo busca un hueco en la noche

    Y cuenta las querellas del vencido.

    Descarriado barro

    Por el vivir herido.

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  4. EDUARDO CONDO ACLARA
    QUE LAS PUBLICACIONES EFECTUADAS CORRESPONDEN AL PERIODICO LA RAZON
    SON OBRAS POETICAS DEL GRAN POETA BOLIVIANO HUMBERTO QUINO
    SEIA BUENO QUE LO ANALICEN Y LO ADMIREN

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  5. Ahora que me privaste de mi quimera soledad
    Ahora que tu corazón lanza dardos al vacío
    Ahora que cierras las puertas
    Cuando más ansiaba envenenarme en el pasado
    Cuando caminaba firme hacia el futuro pasado
    Cuando ni mi propia soledad, me acompañaba
    Abres, por fin, la tranquilidad de mi encierro eterno.
    jdecr

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