Te Escribiré
Soñé
y, en bruma de tonos claros, en pequeña silueta blanca te reconocí;
luz confundida entre el cielo tranquilo y las hojas secas, sobre las que vas
saltando como un resplandor que va acariciando cada una de ellas.
El
viento suave mueve las olas de tu blanco delantal. La alegría de verte, hace que te
persiga, cuanto más me acerco, siento los almizcles de tus cabellos.
Del movimiento de tus manos parecen brotar acariciantes fragancias en las que me sumerjo cada vez más hasta encontrar tu rostro que me llama; pero, qué sensación de placidez envuelve todo mi ser.
Es de mañana y escribes. Tus cabellos arrullan
tu rostro. El suave tono de tu voz parece decir:
-
Hace mucho que no te escribo. Ahora que me encontraste escribiré y te contaré
del largo tiempo de estar sin ti.
- No, seré yo el que te confiese del aterrador tormento de no verte en
todos estos años. Hice muchas cosas, caminé por todas partes. Te imaginé viva
en mis noches de eterna desventura, caminé por nuestras calles. Te recordé en
pleno sol; escuché tu voz; en mi languidez de intentar tocarte, me estrujaba
hasta despertar rasgando el suelo de aquella calle cómplice que una vez nos vio
pasar. Entonces, cansado me interné demente hasta encontrar aquella bruma de
tonos claros. Te encontré, te encontré mejor felicidad no habrá. No te vayas…No
importa, esta noche volveré a tu eterno aposento para saber lo que escribiste.
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